Comienza la cuenta atrás para los exámenes MIR (Médico Interno Residente), EIR (Enfermería), FIR (Farmacia) y PIR (Psicología) de 2024. Más de 11.500 plazas convocadas para formación especializada en el ámbito sanitario, distribuidas así: 8.772 de Medicina, 2.108 de Enfermería, 340 de Farmacia y 247 de Psicología Clínica, entre otras especialidades.
Una de las principales novedades de este año es que el plazo de inscripción se ha fraccionado en dos períodos a causa de tareas de mantenimiento en la plataforma de registro. Las solicitudes de participación se podrán presentar, por un lado, desde el 1 al 8 de septiembre, y por otro, desde el 11 al 15 de septiembre.
“Para los estudiantes que aspiran a una carrera de éxito en el ámbito de la salud, la preparación adecuada es un pilar básico. En las pruebas MIR, EIR y PIR, así como en las demás especialidades sanitarias, importa mucho la cantidad de horas dedicadas al estudio y a la formación, pero también la calidad de las competencias y las habilidades personales de cada uno”, asegura Adrián Álvarez Cañete, coordinador académico de Faro Edtech, compañía especializada en formación digital para profesionales sanitarios.
Por ello, desde Faro Edtech ofrecen estos consejos clave para preparar los exámenes MIR, EIR, PIR y FIR, y analizan los errores más comunes a la hora de afrontar esta prueba.
¿Cuándo debo empezar a estudiar el MIR? Esta es una de las cuestiones que más preocupa a los opositores. Los expertos recomiendan comenzar un año antes del examen, como mínimo, para poner en marcha una planificación exhaustiva y garantizar los mejores resultados. Otros estudiantes comienzan con 7-8 meses de antelación, pero hay que tener en cuenta que durante la preparación puede haber días que no sean tan productivos como otros. “Cuando se realiza la programación, siempre hay que contar con entre 10 y 20 días menos, bien por motivos de salud, logística o por cualquier imprevisto”, señalan desde la plataforma formativa.
¿Y cuántas horas al día? Ello dependerá de la situación personal y profesional de cada uno (trabajo, familia, etc.). Empezar a estudiar el MIR, EIR o PIR requiere establecer un horario diario con metas alcanzables y un calendario ajustado al tiempo disponible del estudiante, priorizando las tareas y las áreas de estudio. Lo recomendable son 8-10 horas diarias, pero si eres trabajador y opositor, puedes dedicarle más tiempo los fines de semana, con el debido descanso para mantener la concentración y evitar el agotamiento, aconsejan desde Faro Edtech.
La preparación del examen MIR, y de cualquier otra oposición, puede ser muy estresante. Por ello, es fundamental mantener una actitud positiva, valorando las competencias personales y confiando en obtener resultados cada vez mejores.
No obstante, la autoexigencia constante y la acumulación de nervios y estrés pueden provocar episodios o trastornos depresivos en los opositores. Precisamente, un 41% de los estudiantes presenta algún síntoma de depresión, según un estudio de la Fundación Galatea. “Estos datos reflejan la importancia del autocuidado personal y emocional y el descanso durante el proceso de oposición. Por eso, se aconseja a los estudiantes no descuidar su salud emocional y pedir cita con su profesional de cabecera o psicólogo para que le ayude a obtener las herramientas necesarias para sobrevivir a este proceso tan complejo”, añaden desde la plataforma.
Los simulacros son los ejercicios más importantes que los aspirantes a residentes deben realizar para una buena preparación para el examen. Permiten comprobar qué áreas están más consolidadas y en cuáles hay que focalizar más esfuerzo. En las últimas semanas previas al MIR/EIR/PIR, se deben hacer exámenes y simulacros, tanto de la academia como de otras webs o plataformas, así como de convocatorias anteriores.
La hora, el lugar y las condiciones en que se realicen los simulacros son determinantes para comprobar cómo enfrentarnos a la prueba el día del examen. Según Faro Edtech, hacer los simulacros a la misma hora y el mismo día que el examen oficial, en un ambiente silencioso y sin distracciones, son consejos muy útiles que nos ayudarán a afronta exitosamente estas pruebas.
Durante la preparación es común cometer algunos errores que pueden restar rendimiento y perjudicar los resultados en el examen final. Además de no valorar con la suficiente importancia la planificación temporal, el descanso y la salud emocional, el hecho de no priorizar contenido, no cumplir el calendario establecido y no contar con una academia oficial o un preparador lo suficientemente competente suelen ser los errores más frecuentes entre los estudiantes de especialidades sanitarias.