El inglés sigue siendo una asignatura pendiente para la sociedad española. Solo el 15% de la población habla bien el idioma anglosajón, y un 75% reconoce no dominarlo, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Además, nuestro país se sitúa en penúltima posición respecto al resto de países de la Unión Europea en cuanto al dominio de la lengua inglesa, sólo por delante de Hungría.
No obstante, hablar inglés constituye una herramienta indispensable de preparación y de apertura de oportunidades en el mundo laboral. En este sentido, las nuevas tecnologías constituyen herramientas fundamentales que se utilizan en la actualidad y que han revolucionado la manera de aprender inglés.
A través de la modalidad online, podemos recibir clases de inglés sin movernos de casa, de la oficina, del transporte público o de nuestro destino de vacaciones. Tan solo hace falta una conexión a Internet, a través de un móvil, una tablet o un ordenador portátil y, sobre todo, ganas de aprender.
Pero esta no es la única ventana de las clases online en inglés. Desde Faro Edtech, compañía líder en educación digital para profesionales, exponen las principales ventajas de aprender inglés de forma online, tanto para niños como adultos:
- Flexibilidad horaria. La principal ventaja de estudiar inglés de forma online es que puedes elegir el lugar y el momento más adecuados, y así poder compatibilizar el aprendizaje con la rutina diaria.
- Actualización de contenidos. “La tecnología facilita la integración y la actualización de los contenidos educativos, así como un seguimiento más completo y un aprendizaje en tiempo real”, asegura Simon Ferdinand, también responsable de desarrollo y de evaluación lingüística de Oxford University Press España y colaborador de Faro Edtech.
- Mayor control sobre el aprendizaje. Además de la flexibilidad horaria y de la constante actualización de los materiales y los contenidos, en la modalidad online el estudiante también puede ejercer más control sobre su aprendizaje, organizando su tiempo como mejor le convenga y eligiendo ad-hoc los contenidos y los recursos que quiere trabajar o que necesita repasar.
- Diversidad de recursos digitales. La amplia oferta de materiales y recursos digitales para los estudiantes constituye otro de los beneficios más destacados de los cursos de inglés online. “La tecnología permite la integración del diseño gráfico y la posibilidad de ofrecer audios y vídeos de las sesiones impartidas, así como múltiples programas de creación de esquemas, mapas conceptuales, infografías, foros interactivos, simulacros y juegos para poner a prueba todo lo aprendido”, añade Ferdinand.
- Accesibilidad. El diseño modular de los contenidos y las diferentes opciones de visualización y escucha de la plataforma de aprendizaje deben estar adaptadas a las necesidades individuales de cada alumno. Precisamente, los avances tecnológicos posibilitan que los estudiantes con necesidades educativas especiales accedan a los materiales y a los contenidos en igualdad de condiciones que sus compañeros. De este modo, las personas con discapacidad auditiva o visual pueden elegir el aspecto visual de la página del examen y el módulo al que matricularse. El software que permite leer en voz alta los textos escritos es otro ejemplo claro de dicha accesibilidad e inclusión.
- Interacción. Por último y no por ello menos importante, las aplicaciones tecnológicas de este tipo de cursos a distancia fomentan la interacción entre el estudiante y los contenidos, y entre el alumno y el profesor, a través de diferentes programas. Las tutorías personalizadas, con total flexibilidad y adaptadas a la disponibilidad del estudiante, las clases interactivas y en grupos reducidos, la creación de debates y las consultas de dudas contribuyen a un aprendizaje colectivo en el que todos se benefician de la interacción colaborativa.